Sólo cuando nos paramos a analizar la alimentación del ser humano, nos damos cuenta de los enormes cambios que se han llevado a cabo durante nuestra historia.
Pero sin duda, los mayores cambios alimenticios se han podido detectar en las últimas décadas en los países del primer mundo.
La alimentación a mediados del siglo pasado se caracterizaba por un elevado consumo de vegetales, con una aportación de proteína vegetal que procedía del consumo de legumbres y frutos secos, caracterizada por un elevado consumo de hidratos de carbono complejos, debido al consumo de patata y arroz. Anteriormente, la alimentación era bastante escasa en proteína animal y se podría afirmar que era una alimentación muy monótona pero rica en fibra.
En cambio la alimentación de este nuevo siglo, es elevada en proteína, sobre todo animal, alta en grasas y sobre todo rica en azúcar. En este caso tenemos la fortuna de tener una alimentación muy variada pero muy baja en fibra.
Por lo que observando todos los cambios, se puede afirmar que la alimentación ha sufrido un cambio importante pero a su vez negativo. Y debido a estas modificaciones, nuestra población es más propensa a padecer enfermedades como es la obesidad, hipertensión, hipercolesterolemia, diabetes, etc.
Cristina Sánchez Reyes
Dietista-Nutricionista