Nuestra alimentación está en cambio permanente durante toda nuestra vida. En la infancia, adolescencia y edad adulta necesitamos unas cantidades y unos alimentos destacados para mantener un óptimo estado de salud.

En el caso de querer mantener, bajar o subir  nuestro peso requiere una vez más cambios, un seguimiento y sobre todo un esfuerzo psicológico.

Lo primero que debemos hacer cuando queremos mejorar  nuestro peso es analizar nuestra alimentación y pensar ¿qué es lo que hago mal? ¿Cómo lo puedo mejorar?

En muchas ocasiones,  el problema es debido a las excesivas cantidades  de alimentos que se consumen,  pero en otras muchas veces, el sobrepeso se debe al mal comer.  Es decir, comer poco y alimentos no saludables.  Por lo que es muy importante marcarnos unos horarios de comidas y comer alimentos que nos aporten nutrientes, vitaminas y en el mejor de los casos, fibra.

Si no tenemos unos horarios, comeremos cualquier cosa en cualquier momento, solo por eliminar esa sensación de apetito, gula e incluso  ansiedad por comer.

Una dieta sana y equilibrada debe contener 5 raciones entre verduras y frutas. Por lo que podemos intentar consumir 1 pieza de fruta como postre, es decir, una en la comida y otra en la cena y dejarnos esa tercera ración como merienda o como media mañana.

También debemos intentar consumir 2 raciones de verduras al día, una puede ser cocida y la otra puede ser en crudo, para consumir una mayor cantidad de vitaminas y minerales que se podrían perder durante las cocciones.

La cantidad de proteína es lo que menos preocupa, ya que la población ingiere una excesiva cantidad de este nutriente. Por lo que podemos consumir la carne blanca o roja para comer y cenar proteína de más fácil digestión, como pescado o huevos.