Como hemos comentado en alguna ocasión, con la llegada del buen tiempo empezamos a encontrar una mayor variedad de frutas, así que, esta vez nos fijamos en las brevas e higos.
Las brevas florecen en las higueras, el mismo árbol que al cabo de unos meses nos regala los higos. La diferencia entre ambos frutos, es su período de maduración. Las brevas maduran mucho antes, entre los meses de junio y julio, su sabor es mucho más sabrosos y su tamaño es algo mayor. En cambio, los higos maduran sobre los meses de julio y agosto y tienen un tamaño no tan dulce.
A pesar de que muchas personas dejan de tomar higos y brevas, por el miedo en su aporte calórico, podemos afirmar que tan solo aportan 54 kcal por cada 100 gramos (100 gramos de manzana tiene unas 50 kcal).
El 12% aproximadamente de sus calorías proviene de hidratos de carbono simples, por lo que su consumo debería ser moderado en personas con alteraciones de glucosa sanguínea.
Su gran aportación en minerales hace que esta fruta sea apreciada para deportistas, por su elevado contenido en potasio, 232 mg y también para embarazadas, niños, adolescentes y menopáusicas por su elevado aporte en calcio(60 mg) y en fósforo (23 mg).
La vitamina más destacada de estos frutos son los beta-carotenos, que le aportan ese característico color rojo intenso del interior.
Y su importante contenido en fibra, 2,37 gramos, favorece el tránsito intestinal.
Hasta ahora, hemos comentado las propiedades de las brevas e higos en crudo, pero también tenemos de tener en cuenta las propiedades nutricionales de los higos secos. Un alimento muy típico sobre todo en Navidades.
Para obtener los higos secos, se pasan por diferentes procesos de elaboración hasta obtener el fruto deshidratado. Al no contener agua,cada higo pesa menos, por lo tanto, para consumir 100 gramos de higos secos, debemos comer mayor nuemero de higos.
Además, al estar no contener agua, sus propiedades nutricionales están mucho más concentradas, por lo que 100 gramos de higos secos, pueden llegar a alcanzar las 250 Kcal.
Su aporte en hidratos de carbono simples también aumentan drásticamente hasta los 56 gramos. La gran ventaja es que su aporte en minerales y en fibra también aumenta importantemente.
El calcio pasa de 60 mg a 160 mg, el potasio de 232 mg a 770 mg, el fósforo de 23 mg a 71 mg y la fibra de 2,37 gramos a 11 gramos.
Cristina Sánchez Reyes
Dietista Nutricionista