¿Os habéis fijado alguna vez por que muchas personas relacionan la leche y la horchata?  Des de hace tiempo me he dado cuenta, que sobre todo las personas de cierta edad, las relacionan como si fueran primas-hermanas, pero yo, aparte de ver que es un líquido y que es blanco, nunca le he sacado más parecidos.

Dado a mi curiosidad, me he puesto a indagar un poco y quiero  comprobar si a más a más del color blanco, tienen algo más en común.

Como existen tantas variantes de horchatas, vamos a seleccionar la más típica, la horchata de chufa. Y en el caso de la leche, seleccionaremos ni la más rica en grasas ni la menos, por lo tanto…la semi, pero hay que tener en cuenta que la composición de la leche puede variar según la temporada, su alimentación y sobre todo…de la marca .

Características nutricionales de la horchata

Unos 100 ml de esta veraniega bebida tiene unas 84 kcal, es decir, un vaso tamaño estándar lleno de horchata contiene unas 160 kcal. Sorprendentemente, el doble que un refresco con gas.

El elevado aporte calórico se debe a que el 50% de las calorías proceden solo de azúcar. Sí sí…azúcar artificial, para aportar ese sabor dulce. Por lo que solo un 14% de hidratos, son complejos.

En cuanto a grasas, contiene un 30% del aporte calórico total. Por lo que el 30% de 84 kcal son 2.89 gramos de grasa.  Pero eso sí, son grasas poliinsaturdas, las cuales se relacionan en la reducción del colesterol “malo”.

Y por último, el 6% restante corresponden a proteínas, en este caso vegetales, ya que la horchata es un producto 100% vegetal o así debería ser.

Características nutricionales de la leche semidesnatada.

De nuevo, los datos a los que nos vamos a referir van a ser los 100 ml, en este caso el aporte calórico tan solo es de 46 kcal. Prácticamente la mitad.

Sobre los hidratos de carbono, la leche contiene un 40%, de las cuales todas son azúcares simples, pero eso sí naturales, entre ellos la lactosa.

El porcentaje de grasas es el mismo, un 30%, pero teniendo en cuenta que se basa en  46 kcal, equivale a 1.60 gramos de grasa por cada 46 kcal.

 En este caso, la mayoría de las grasas son saturadas, ya que es un tipo de grasa que sintetiza la misma vaca y pasa a la leche y todos sus derivados lácteos. Por lo que la leche semi o desnatada es la más recomendada, sobre todo en personas con el colesterol elevado.

Y en el caso de las proteínas, la leche contiene un 30%, debido a la presencia de caseína y proteínas séricas.

 Comparando minerales

Casualmente lo que más me ha sorprendido es que los minerales que se encuentran en mayor concentración son los mismos en ambas bebidas: potasio, calcio y fósforo.

Conclusiones

Des de un punto de vista nutricional, podemos afirmar que la leche es mucho más rica en nutrientes y en concentraciones de minerales.

Además, como la leche contiene una mayor cantidad de calcio y fósforo, hace que se nutra el organismo con más calcio que la horchata y gracias  a la presencia de fósforo, facilita una mayor adherencia de calcio a los huesos, situación que también sucede en la horchata pero en menor nivel. Por lo que es normal que se recomiende un consumo diario de leche a niños, embarazas o a personas con problemas osteopénicos.

De todas maneras, ambas bebidas nos aportan grandes beneficios, ya que las personas veganas o que simplemente no le guste la leche, pueden enriquecer su dieta con proteínas vegetales y grasas poliinsaturadas.

Pero lo que si es fácil de ver, que la horchata es mejor tomarla con menor frecuencia por su elevado contenido en azúcar, por lo que evitaremos su consumo si tenemos alterados la glucemia basal o simplemente, si queremos bajar de peso.

Datos obtenidos de la Tablas nutricionales de CESNID