Otro interesante artículo científico, del dietista Julio Basulto, publicado esta misma semana sobre la alimentación a seguir para prevenir el cáncer de mama.
El Instituto Americano para la Investigación del Cáncer (AICR) tiene una gran reputación. Junto al Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer, financia y lleva a cabo investigaciones que evalúan la relación entre nutrición, actividad física y cáncer, con el objetivo de que la población reduzca sus probabilidades de sufrir esta enfermedad.
Su reciente posicionamiento con respecto al cáncer de mama debe ser, por tanto, un lugar de referencia para cualquier profesional sanitario. Sobre todo si se tiene en cuenta que para el AICR el 40% de casos de cáncer de mama son prevenibles mediante el ejercicio, una alimentación saludable y la lactancia materna. Si al porcentaje le sumamos el efecto negativo del tabaco, tal y como ha confirmado un sólido estudio publicado en abril de 2013 la revista Journal of the National Cancer Institute, entenderemos por qué las autoridades sanitarias insisten en que nos responsabilicemos de nuestra salud.
No obstante, mientras que el AICR considera que solo entre el 5% y el 10% de los cánceres de mama son responsabilidad de factores genéticos heredados, una reciente encuesta ha indicado que casi seis de cada diez personas atribuyen por error el cáncer a una causa hereditaria. Algo que choca de frente con la opinión de la Sociedad Americana del Cáncer, según la cual dos terceras partes de las muertes producidas por cáncer se pueden evitar gracias a un estilo de vida saludable.
Diez consejos dietéticos para prevenir el cáncer de mama
La Academia de Nutrición y Dietética considera que la dieta es «uno de los factores más importantes bajo tu control [para prevenir el cáncer]». Para el AICR y el Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer, una dieta que prevenga el cáncer de mama debe tener en cuenta las siguientes diez recomendaciones:
- Tomar a diario frutas frescas. En cuanto a los zumos, el AICR aconseja limitar su consumo a no más de un vaso al día, aunque sea 100% natural, en línea con lo detallado en este artículo de EROSKI CONSUMER.
- Priorizar el consumo de hortalizas (tomates, verduras de hoja verde, pimientos, zanahorias, etc). Según la encuesta más reciente, la población española no cubre las recomendaciones de ingesta de frutas u hortalizas.
- Sustituir los cereales refinados por sus versiones integrales. Son ejemplos de cereales integrales (o alimentos elaborados con ellos) el pan integral (mejor sin sal), la pasta integral, el cuscús de trigo integral, el arroz integral, la avena, el mijo, la quínoa o la cebada.
- Incrementar el consumo de legumbres (garbanzos, judías, lentejas, etc.).
- Limitar el consumo de carnes rojas (carne de res, cerdo y cordero). El consumo de carne roja en España excede las recomendaciones de la SENC, la semFYC o el WCRF. Anque no hay evidencias sólidas al respecto de su vinculación con el cáncer de mama, el AICR aconseja limitar su consumo debido a que «tienden a tener una alta densidad calórica» y porque incrementan el riesgo de cáncer de colon (es el segundo más frecuente en mujeres, después del de mama).
- En caso de tomar fast food (comida rápida), que su consumo sea ocasional. El más reciente consenso español de obesidad indica que consumir fast food más de una vez por semana incrementa de forma notable el riesgo de obesidad, patología implicada con el cáncer de mama.
- Evitar las carnes procesadas (embutidos, salchichas y charcutería en general), que también aumentan el riesgo de padecer cáncer de colon. Un reciente estudio señala que incluso las versiones «bajas en grasa» pueden perjudicar la salud a largo plazo.
- Evitar las bebidas azucaradas. Según el AICR, estas bebidas se asocian con 180.000 defunciones por enfermedades crónicas en adultos cada año, 6.000 de las cuales son por cáncer.
- Se debe intentar mantener un peso saludable. Si se padece exceso de peso, lo más recomendable es acudir al médico para que valore si existe alguna patología asociada y al dietista-nutricionista para disminuir de forma lenta y progresiva los kilos de más.
- Cuanto menos alcohol, mejor. Debido a la importancia de este punto (y a que muchos autores se niegan a considerar a las bebidas alcohólicas como «alimentos»), se amplía aparte a continuación.
Para leer el artículo entero, haz click en este enlace:
http://www.consumer.es/web/es/alimentacion/aprender_a_comer_bien/enfermedad/2013/06/06/216890.php
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