Riesgos que enfrentan los niños con obesidad

Por la obesidad, los menores pueden desarrollar otros padecimientos como hipertensión, colesterol elevado y resistencia a la insulina

Generalmente se piensa que un “gordito” es un “niño sano y feliz”, que en todo caso perderá esos “kilitos de más” en la adolescencia o en la etapa adulta; sin embargo esto no es así, el Instituto  Nacional de Pediatría indica que la obesidad es una enfermedad crónica y no curable de manera espontánea, requiere de la atención de los padres y respaldo médico.

Esto sobre todo porque, dadas las características de la obesidad, los menores pueden desarrollar otros padecimientos como hipertensión, colesterol elevado y resistencia a la insulina desde la infancia o pubertad, padecimientos que se agravarán en la etapa adulta.

En varones, aumenta el riesgo de ateroesclerosis, infartos al miocardio, accidentes vasculares cerebrales, diabetes así como cáncer de colon.

Las mujeres en cambio, son proclives de padecer artritis degenerativa, aumento de la presión arterial en el embarazo y predisposición de fracturas de cadera.

Especialistas del Instituto Nacional de Pediatría calculan que niños con sobrepeso de 25 por ciento adicional al normal tienen mayor probabilidad de presentar alteraciones hormonales. En la mujer, puede generar infertilidad, ovarios poliquísticos y alteraciones del ritmo menstrual.

Se calcula que la hipertensión arterial, es un problema que no se detecta en la etapa de niñez y adolescencia, presentándose cifras de 120/70 mmHg, cuando lo normal es de menos de 100/60 mmHg antes de empezar la pubertad.

Tampoco se identifica el incremento del colesterol que suele tener cifras normales de adultos, pero que en niños y adolescentes pueden ya estar elevados.

Pero hay una agravante más, las afecciones emocionales que puede provocar la obesidad ante el rechazo o debido a las burlas de que puede ser objeto el menor durante la pubertad, que los hace más proclives al suicidio, así como a las adicciones al alcohol, tabaco y otras drogas y a desarrollar alteraciones de la alimentación como anorexia y bulimia.

El Instituto de Pediatría ofrece cifras que ponen mayor claridad sobre los riesgos que enfrentan los menores con sobre peso:

  • Uno de cada 4 a 5 niños es obeso, mientras que uno de cada 3 está en riesgo de serlo
  • Los niños que son obesos a la edad de 6 años tienen un 27% de probabilidad de ser obesos cuando sean adultos
  • Los niños que son obesos a los 12 años, esta probabilidad aumenta al 75 por ciento
  • Uno de cada diez niños es obeso al llegar a los 10 años
  • Un niño obeso tiene 12.6 más probabilidades de tener diabetes mellitus y 9 veces más probabilidades de ser hipertenso a edad temprana que niños no obesos
  • El 43% de los que se ubican entre los 3 y nueve años también la padecerán más adelante
  • El 86% de quienes llegaron a la pubertad en esa condición, tienen una alta probabilidad de mantenerse sí el resto de su vida
  • Los niños con 15% de sobrepeso tienen alteraciones ortopédicas, dificultad para estar erguidos, alteraciones de alineación de columna y extremidades debido al enorme depósito de grasa abdominal
  • En la pubertad, con 20% de sobrepeso, hay restricción pulmonar, disminuye la movilidad diafragmática, la ventilación es superficial y la oxigenación menor
  • Al hacer ejercicio, el niño/a se fatiga rápidamente porque el corazón late más veces por minuto de lo normal, los pulmones ventilan inadecuadamente y si continúa la actividad, pueden aparecer calambres, dolor por fricción del hígado con las costillas (de caballo) y otras complicaciones. 

Enlace de la notícia:

http://www.sumedico.com/nota7488.html

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