Las mujeres que llevan una dieta rica en hierro tienen entre un 30 y un 40 por ciento menos de probabilidades de desarrollar síndrome premestrual (PMS, en sus silgas en inglés) que las que consumen cantidades menores.
Esto es lo que afirma un estudio publicado esta semana por investigadores de la Escuela de Salud Pública y Ciencias de la Salud de la Universidad de Massachusetts Amherst y la Universidad de Harvard, ambas en Estados Unidos.
Los científicos evaluaron la ingesta de minerales en aproximadamente 3.000 mujeres de un estudio de salud sobre enfermeras, que completaron tres cuestionarios de frecuencia de alimentos durante los diez años de la investigación. Las participantes estaban libres de PMS al inicio del estudio, cuyos resultados publica la revista ‘American Journal of Epidemiology’.
El estudio
Tras los diez años del estudio, 1.057 mujeres fueron diagnosticadas con el síndrome premenstrual y 1.968 se mantuvieron libres de PMS. Ajustando por consumo de calcio y otros factores, los investigadores compararon la ingesta de minerales anterior de las mujeres diagnosticadas con el síndrome premenstrual con la de las que tenían pocos síntomas menstruales o ninguno.
«Hemos encontrado que las mujeres que consumían la mayor cantidad de hierro no hemo, que se encuentra principalmente en alimentos de origen vegetal y en los suplementos, tenían un riesgo de 30 a 40 por ciento menor de desarrollar PMS que las mujeres que consumían la menor cantidad de hierro no hemo», afirma una de las autoras principales, Elizabeth Bertone-Johnson, de la Universidad de Massachusetts.
Las mujeres en el grupo de mayor ingesta de hierro no hemo tuvieron un riesgo relativo de 0,60 por ciento de PMS en comparación con las mujeres en el grupo de menor consumo. «También vimos algunos indicios de que el alto consumo de zinc se asoció con un menor riesgo. Por el contrario, nos sorprendió un poco al ver que las mujeres que consumen la mayor cantidad de potasio tenían un mayor riesgo de ser diagnosticadas con el síndrome premenstrual que las mujeres que consumen la menor cantidad de potasio», añade esta experta.
En general, los resultados por mineral ingerido a través de los alimentos y mediante suplementos fueron similares. «Nuestros hallazgos deben ser replicados en otros estudios. Sin embargo, las mujeres en situación de riesgo de padecer síndrome premenstrual deben asegurarse de que están cumpliendo con la dosis diaria recomendada de hierro no hemínico y zinc», resumen los autores de esta investigación.
«El nivel de consumo de hierro en el que vimos a un menor riesgo de síndrome premenstrual, aproximadamente superior a 20 mg por día, es superior a la previsión actual diaria recomendada de hierro para las mujeres premenopáusicas, que es de 18 mg por día», resalta Bertone-Johnson. Esta cantidad se puede obtener en 1-1,5 porciones diarias de cereal fortificado con hierro o con suplementos.
«Sin embargo, como la ingesta alta de hierro puede tener consecuencias adversas para la salud, las mujeres deben evitar consumir más que el nivel de ingesta tolerable de 45 mg por día a menos que sea recomendado por un médico», advierte. El hierro puede estar relacionado con el síndrome premenstrual al estar involucrado en la producción de serotonina, un neurotransmisor que ayuda a regular el estado de ánimo.
Mucho potasio empeora el síndrome premesntrual
El inesperado hallazgo de tener un riesgo más alto de PMS con la ingesta elevada de potasio, incluso a niveles por debajo de las recomendaciones actuales de 4.700 mg por día, puede estar relacionado con el papel del potasio en la regulación del equilibrio de líquidos en el cuerpo. Según los investigadores, puede afectar a los síntomas del PMS como hinchazón en las extremidades y por retención de líquidos.
«El nivel de consumo de zinc en el que vimos un menor riesgo de síndrome premenstrual, superior a 15 mg por día, fue también más elevado que las recomendaciones actuales de 8 mg por día. Sin embargo, como la ingesta elevada de zinc también puede tener consecuencias adversas para la salud, las mujeres deben evitar consumir más que la ingesta tolerable de 40 mg por día, a no ser que lo recomiende un médico», afirman los autores, quienes apuntan también que otros minerales, como magnesio, cobre, manganeso y sodio no se asociaron con el riesgo de síndrome premenstrual.
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