El estudio nacional Aladino, realizado hace un año sobre 7.923 niñas y niños de entre 6 y 9 años, evidenció que los isleños presentaban un 21,2% de obesidad y un 28,4% de sobrepeso.
Canarias es la primera comunidad autónoma en índice de obesidad infantojuvenil y la segunda en cuanto a población adulta, según expone la Encuesta Nacional de Salud a la que da luz la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO).
Algunas de las causas de que el archipiélago canario haya llegado a estas cotas las encuentran los expertos en el turismo y en la migración del ámbito rural a las grandes ciudades, que habrían influido «notablemente» en la transición nutricional que ha experimentado Canarias en los últimos años». A juicio de los especialistas, estos hechos «han disparado las cifras de obesidad en las islas».
Estos factores han ayudado a mejorar la situación económica de la población, pero también han originado un cambio en los hábitos alimenticios de sus habitantes, «sustituyendo la comida tradicional por una alimentación rica en grasas».
Diversos estudios han planteado la problemática de esta comunidad, como ‘Enkind’, que fue realizado entre población española de entre 2 y 24 años entre el año 1998 y el 2000. Éste establecía una prevalencia total entre obesidad y sobrepeso de un 32,8% en Canarias, siendo el de la obesidad del 18% y el del sobrepeso de un 14,8%.
Las encuestas de salud de 2006 y 2009 cifraron esta prevalencia en la población de 2 a 17 años del archipiélago canario en un 29-38% en varones, y en un 33-39% en mujeres; algo similar a lo que evidenció el estudio ‘Enrica’ entre 2008 y 2010. En éste, se observó una prevalencia de obesidad de entre un 22,9-36% en adultos.
Al año siguiente, el ‘Estudio Nacional Aladino’, realizado sobre 7.923 niñas y niños de entre 6 y 9 años evidenció que un 21,2% de obesidad y 28,4% de sobrepeso en Canarias. Datos refrendados por la Encuesta de Salud, que añade que «en Canarias existe una prevalencia de obesidad mucho más acusada en mujeres que en varones en comparación con la existente a nivel nacional».
Riesgo cardiovascular.
La obesidad es una enfermedad que «tiene importantes repercusiones sobre la salud, tanto a corto como a largo plazo», ya que mantiene una «estrecha relación» con factores de riesgo cardiovascular, sostienen desde SEEDO. Para ellos, ésta «explica que tres de cada diez fallecimientos en Canarias se produzcan a causa de alguna enfermedad cardiovascular».
Para intentar paliar estas cifras, la Consejería de Sanidad de esta comunidad, a través de la Dirección General de Salud Pública, puso en marcha en 2005 el proyecto DELTA de educación nutricional, y participó en el programa PERSEO. Ambos estaban orientados a fomentar la alimentación saludable y la actividad física desde los primeros años de vida.
Además, el Gobierno canario activó una estrategia global para frenar el exceso de peso entre la población. Ésta contempló el Programa de Intervención para la Prevención de la Obesidad Infantil, (PIPO), y el Protocolo de Abordaje de la Obesidad Infantil y Juvenil.
El primero es una guía pediátrica de alimentación con pautas nutricionales y de actividad física hasta los 18 años y otra de menús saludables desde los 4 hasta los 18 años, mientras que el segundo busca proporcionar pautas y criterios basados en la evidencia científica para combatir el exceso de peso en la infancia y la adolescencia.
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