Para muchos picar entre horas es un pecado «mortal», porque creen que hacer más comidas durante un día provoca aumento de peso.
En cambio, el hacer una ingesta a media mañana o una merienda con alimentos saludables, tiene más beneficios que inconvenientes ya que entre otros beneficios, nos ayuda a controlar nuestro peso. Siempre y cuando, los alimentos que nos llevamos a la boca sean saludables como por ejemplo, fruta, frutos secos, yogures, leche, bebida de soja o incluso un bocadillo.
Los estudios realizados en los últimos años nos confirman que según las necesidades de cada persona, deberíamos hacer entre 4 a 5 comidas al día.
El objetivo de hacer más de 3 comidas al día, son:
- conseguir una nutrición óptima por el consumo de una gran variedad de alimentos
- conseguir que las digestiones menos pesadas
- distribuir la ingesta del todo dia para evitar sensaciones de apetito y ansiedad (al pasar muchas horas sin comer)
- evitar un consumo elevado de alimentos cuando la persona realiza una de las tres ingestas diarias.
Las características que debemos tener en cuenta de cada persona para recomendarle la realización de 4 o 5 comidas diarias, se basa en su tasa metabólica basal y sobre todo, su gasto energético diario que depende de la actividad física que realiza.
Si ponemos de ejemplo 2 personas que tienen la misma edad, sexo, peso y altura, pero uno de ellas trabaja en la construcción y el otro es conductor, el de mayor actividad física se le recomendará hacer 5 comidas al día y que consuma alimentos más calóricos porque sus necesidades energéticas son superiores. En cambio, el conductor tendrá la opción de hacer 5 ingestas en los que se aporte una menor cantidad de calorías.