El aceite de oliva extra virgen, asociado con el consumo de la dieta mediterránea tiene el potencial de reducir el riesgo de la enfermedad de Alzheimer
El aceite de oliva se ha asociado con la protección contra el deterioro cognitivo que viene con el envejecimiento. En este sentido, diversos estudios han demostrado que la dieta mediterránea puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedad de Alzheimer y que la grasa monoinsaturada contenida en el aceite de oliva puede ser principalmente la responsable de este efecto.
El nuevo estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Louisiana muestra que, en concreto, es el oleocanthal —un compuesto natural que se encuentra en el aceite de oliva virgen extra— el que posee unas propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que pueden inducir un efecto protector.
En la enfermedad de Alzheimer se cree que los daños producidos en el cerebro comienzan cuando determinados depósitos de la proteína Beta-amiloide (Aß) forman unas placas en el cerebro que interrumpen eventualmente la función de las células nerviosas provocando la muerte de estas neuronas.
En este nuevo estudio, el equipo de investigación de la Universidad de Louisiana examinó la acción del oleocanthal en células cultivadas y en cerebros de animales de laboratorio, encontrando que este fenol del aceite de oliva promovía la producción de otras dos proteínas que se cree desempeñan un papel importante en la eliminación de Aß del cerebro.
En su estudio —del que informa The Olive Oil Times y que ha sido publicado en la revista Chemical Neuroscience de la American Chemical Society (Sociedad Americana de Química)— los investigadores concluyen que el oleocanthal derivado del aceite de oliva extra virgen y asociado con el consumo de la dieta mediterránea tiene el potencial de reducir el riesgo de la enfermedad de Alzheimer o demencias neurodegenerativas relacionadas.
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