La avena (Avena sativa L.) es un cereal con muchas propiedades nutricionales y beneficios. Se calcula que los antiguos griegos la cultivaban hace más de 4.000 años.
A pesar que inicialmente se le consideraba una mala hierba, es un producto que en los últimos años se ha puesto de moda.
Con un total de 12,6g de proteína, es el cereal con mayor concentración de este nutriente. Y la proteína más presente en este cereal, es la albúmina.
Sobre su contenido en grasas, es el cereal con mayor concentración en grasa oleica (36,4% en peso), seguido del arroz con un (35% en peso) y con el mijo (31% en peso). Por lo que, su contenido energético también es superior que el de otros cereales.
Además, es el cereal que aporta una mayor concentración de hierro.
La avena contiene fibra dietética soluble, la cual se relaciona con la prevención de aterosclerosis, ataques cardíacos, embolias cerebrales y prevención de la diabetes. Este tipo de fibra, otorga a la avena cocida, una viscosidad que favorece al efecto saciante del producto.
- 1 vaso Leche o bebida vegetal
- 1 taza Copos de avena
- 1 unidad Plátano
- 1 puñado Arándanos
- 1 cucharadita Semillas de chia
- Colocamos en un cazo la leche o la bebida vegetal y lo mezclamos con los copos de avena.
- Ponemos a cocer el cazo, a fuego medio y vamos removiendo de vez en cuando.
- Cuando la textura se vuelva cremosa y sólida, retiraremos el cazo del fuego y lo colocaremos en un bol.
- Una vez cocida la avena, podemos añadir cualquier tipo de fruta, semillas o frutos secos que nos apetezca. En este caso, vamos a añadir plátano, arándanos y semillas de chia.
- Por lo que, pelaremos el plátano y colocamos sobre la avena cocida. Y posteriormente, añadimos un poquito de arándanos, las semillas de chia y ya podemos comer!
