El Dr. Mariano García Rollán, escribió en su libro «Alimentación humana: errores y sus consecuencias» lo siguiente: es increíble que el hombre se preocupe tan poco de su alimentación y, sin embargo, alimente a sus animales de granja según las técnicas más modernas, aplicadas por los veterinarios con excelentes resultados».
Realmente, es una reflexión básica, fácil pero a su vez es muy impactante, ya que estoy segura que muchas personas nunca han reflexionado sobre ello.
Cuando tenemos un hijo, nuestra mayor preocupación durante sus primeros años de vida es su alimentación, cuando debemos introducir nuevos alimentos, si come la cantidad adecuada, si come con variedad… pero pocos años después, aparecen nuevos factores, como; su comportamiento, estudios, etc. que hacen que su alimentación pase a un segundo plano, o más. Y pongo de ejemplo la alimentación de nuestros hijos, ya que siempre se busca lo mejor para ellos. Pero, y nuestra propia alimentación? Pensamos en ella?
Es tal la poca importancia que le damos a la alimentación, que como bien dice el Dr. García Rollán » y mientras tanto, el dueño de los animales come lo que le ponen en la mesa, sin calcular nada, guiándose sólo por el apetito». Que gran verdad!
El hecho de ingerir alimentos no es sinónimo de una correcta nutrición. Y lo único que nos suele interesar mientras comemos, es poder sentir un efecto saciante, y en muchas ocasiones, cuanto mayor sea esta sensación, mayor será la creencia que hemos nutrido nuestro organismo satisfactoriamente.
Debemos pensar más es nuestra alimentación, ya que es un factor importante para poder mantener un correcto estado de salud.
Cristina Sánchez Reyes
Dietista-Nutricionista