Una pérdida de peso moderada reduce los niveles de inflamación que se han relacionado con ciertos cánceres, al menos en mujeres postmenopáusicas, sugiere un estudio reciente.
Según los hallazgos, las mujeres mayores que perdieron al menos cinco por ciento de su peso corporal mediante una dieta sola o mediante una dieta más ejercicio mostraron reducciones significativas en marcadores sanguíneos de inflamación claves, como la proteína C reactiva y la interleucina 6.
Además del riesgo de enfermedad cardiaca, los niveles elevados de esos marcadores se han asociado con un mayor riesgo de varios cánceres, entre ellos cáncer de mama, colon, pulmón y de endometrio.
Los hallazgos aparecen en la edición del 1 de mayo de la revista Cancer Research. «Nuestros hallazgos respaldan la pérdida de peso a través de la reducción calórica y el aumento del ejercicio como medio de reducir los biomarcadores de inflamación y potencialmente reducir el riesgo de cáncer en las mujeres postmenopáusicas con sobrepeso y obesas», señalaron investigadores liderados por la Dra. Anne McTiernan, directora del Centro de Prevención del Centro de Investigación sobre el Cáncer Fred Hutchinson, en Seattle.
Con el objetivo de perder diez por ciento del peso corporal, las mujeres se asignaron a una dieta de restricción calórica, se les pidió participar en ejercicio aeróbico de moderado a vigoroso durante 45 minutos al día cinco días de la semana, o se les indicó que hicieran ambas cosas.
Durante el estudio de un año, los niveles de proteína C reactiva se redujeron en alrededor de 36 por ciento en el grupo de dieta sola, y en 42 por ciento en el grupo de dieta y ejercicio. Los niveles de interleucina 6 se redujeron en alrededor de 23 por ciento en el grupo de dieta, y en 24 por ciento en el grupo de dieta y ejercicio, mostró el estudio. Hubo reducciones más grandes en esos niveles entre las mujeres que perdieron al menos cinco por ciento de su peso corporal. El ejercicio solo no afectó los niveles de los marcadores de inflamación.
No hubo información sobre si alguna de las 438 mujeres del estudio desarrolló cáncer. Pero «se podría esperar que» una reducción de 40 por ciento en la proteína C reactiva «redujera el riesgo de cáncer de mama, de endometrio y de otros tipos en las mujeres postmenopáusicas», señalaron los autores del estudio.
El Dr. Louis Aronne, fundador y director del Programa Integral de Control del Peso del Hospital Presbiteriano de Nueva York y del Centro Médico Weill Cornell en la ciudad de Nueva York, dijo que «esto añade al cuerpo de evidencia que muestra que con una pérdida pequeña de peso, las células grasas se encojen y las hormonas inflamatorias se reducen. Hay muchas cosas además de la enfermedad coronaria que dependen de la inflamación».
El Dr. Mitchell Roslin, jefe de cirugía para la obesidad del Hospital Lenox Hill en la ciudad de Nueva York, se mostró de acuerdo. «La obesidad induce un estado crónico de inflamación que podría también ser causa de enfermedades metabólicas como la diabetes tipo 2 y ciertos cánceres», señaló. «La obesidad provoca este estado inflamatorio, y cuando la revertimos, también revertimos el proceso que causa ciertos cánceres y diabetes».
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