Bocadillos caseros: la opción sana para almuerzos y meriendas infantiles.

Los bocadillos, además de ser variados, tienen como finalidad didáctica acostumbrar al niño a comer variedad de «rellenos».

Un pan rico y con fundamento nutritivo es aquel que se prepara con la harina de trigo integral, e incluso, es mejor aún si se elabora con levadura madre o si contiene una mezcla de harinas de distintos cereales y semillas. Estos son los tipos de panes que debería haber en casa y los que deberían comer los niños en las distintas comidas caseras. Un pan de buena calidad tiene más aguante, de modo que puede servir para comerlo en el desayuno o para preparar el bocadillo del almuerzo.

El pan en el desayuno.

No hay motivo para relegar el pan durante el desayuno a las tostadas con mantequilla o margarina y mermelada. Hay formas sencillas y ricas de fomentar el consumo de este alimento en la primera comida del día: desmigado y mezclado con la leche, untado con tomate y aceite de oliva, acompañado de atún o de unas lonchas finas de jamón, etc.

Los bocadillos de los almuerzos y las meriendas infantiles han de ser variados y, además de agradables al paladar del niño, tendrán un fin didáctico «encubierto»: acostumbrar al niño a comer variedad de «rellenos». El papel educativo de los padres es escoger para los bocadillos los alimentos que más interesen para la buena nutrición y para el aprendizaje del gusto de los más pequeños. Los vegetales, los pescados y los frutos secos no deberían faltar en los bocadillos semanales de los niños. ¿Pero cómo hacerles comer pescado en bocadillo?

Bocadillos con pescado.

El atún, el bonito, las sardinas, las anchoas y la caballa son los pescados en conserva más comunes. Con los pescados frescos, también con las conservas de pescado, se pueden elaborar deliciosos patés, al tiempo que son una manera de aprovechar restos de comidas. Un ejemplo es el paté casero de atún (sin el picante), receta de la que se pueden hacer versiones con los distintos pescados en conserva. ¿Por qué no llevar para almorzar un bocadillo de tortilla de anchoas o de ajetes y gambas?

El equilibrio nutricional se consigue si no se sobrepasan las raciones de huevos en toda la semana, que para un niño en edad escolar se sitúan en 3-5 unidades. También es muy fácil que los niños coman pescado en hamburguesa. Para no saturar su apetito, para la comida o la cena, se les puede preparar un minibocadillo con hamburguesas de grosor muy fino y de pequeño tamaño. La idea es ser original y variar tanto como sea posible a lo largo de las 52 semanas del año que se deben rellenar con almuerzos y meriendas.

Sándwich o bocatas con vegetales.

El jamón serrano o york, los quesos y el fiambre de pollo o pavo o bien el atún son habituales en los bocadillos infantiles. Acostumbrar al niño a que estos bocadillos se acompañen con algo vegetal (unas rodajas de tomate, el pan untado con tomate, unas hojas de lechuga fresca, aros de cebolleta fresca o rehogada) es una buena y necesaria idea. Si el niño es buen comedor y se le ha acostumbrado a comer de todo, no se le han limitado las posibilidades a las comidas típicas de su edad, no tendrá reparo en probar el jugoso bocadillo con verduras asadas, pavo y queso Edam.

Bocadillos originales: aprovechar la riqueza gastronómica de otras culturas.

Las variedades de panes son múltiples tanto en sus formas como en sus ingredientes de elaboración. En la cultura árabe, se estila como aperitivo el pan de pita untado con hummus, un delicioso paté de garbanzos, que bien puede servir de tentempié para los pequeños. Los bagel o bocadillos de origen judío (redondos y con un agujero en el centro) con crema de queso son otra opción diferente. Aunque no son fáciles de encontrar, los hay de distintos sabores, con una masa elaborada a partir de distintos ingredientes (huevo, ajo, cebolla…) o cubiertos por semillas de sésamo, amapola, ajos secos, etc.

Los crepes rellenos de algo dulce (frutas y crema de algarroba, frutas con yogur, plátano y chocolate caliente) o las galetes saladas (rellenas de jamón, queso, salmón ahumado, tofu…) son el tentempié vespertino típico francés. Otra opción son los panes untados con crema de cacahuete o miel y tahini.

Enlace de la noticia:

http://www.consumer.es/web/es/alimentacion/aprender_a_comer_bien/infancia_y_adolescencia/2012/05/02/209152.php

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