La hipertensión arterial es una patología que afecta a un 25 por ciento de la población adulta y es el principal factor de riesgo de los infartos miocárdicos y cerebrales.
Consumir gazpacho de forma habitual podría contribuir a disminuir la presión arterial, según un estudio del Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn), y publicado en ‘Nutrition, Metabolism & Cardiovascular Diseases’.
«Estudios clínicos y epidemiológicos previos asocian el consumo de los principales ingredientes naturales del gazpacho por separado con una reducción de la presión arterial», ha señalado uno de los autores del estudio, Alexander Medina-Remón.
Tras ello, ha explicado que el nuevo estudio recoge por primera vez que consumir gazpacho con frecuencia «es igualmente beneficioso y puede disminuir la hipertensión arterial».
No obstante, para la profesora Rosa M. Lamuela, integrante del CIBERobn, quien ha coordinado este estudio, el efecto protector del consumo de gazpacho en la presión arterial ha sido un resultado, en parte, inesperado, «dado que el gazpacho contiene sal, que es uno de los ingredientes restringidos para el control de la presión arterial».
«A pesar de ello, los resultados del análisis describen que la presión arterial de los consumidores de gazpacho es inferior a la de los no consumidores, posiblemente porque los componentes bioactivos del gazpacho contrarrestan el posible efecto del consumo de sal«, ha argumentado.
Por su parte, Medina-Remón ha asegurado que el balance final entre los compuestos bioactivos del gazpacho y su contenido en sal hace que el producto sea cardiosaludable. «Al final prevalece el efecto positivo de todos los ingredientes que pueden disminuir la presión arterial por encima del efecto que podría tener la sal», ha precisado.
Podría disminuir hasta un 27%.
Por otro lado, los expertos han aplicado técnicas estadísticas de regresión logística para conocer hasta qué punto podría reducirse el riesgo de hipertensión gracias al consumo de gazpacho. Según los resultados, «en algunos perfiles de consumidores, el riesgo podría disminuir hasta un 27 por ciento», ha señalado Medina-Remón.
En el futuro, el equipo tiene previsto potenciar líneas de estudio de los mecanismos de acción que relacionan el consumo de alimentos ricos en polifenoles con la reducción de la presión arterial, un proceso aparentemente ligado al incremento del óxido nítrico –una molécula con propiedades vasodilatadoras en el sistema cardiovascular–.
En el estudio, de carácter multicéntrico y pluridisciplinar, también participan equipos investigadores del Hospital Clínico de Barcelona, el IDIBAPS, el IMIMInstituto de Investigación Hospital del Marc la Universidad de Navarra, la Universidad de Valencia, la Universidad Rovira i Virgili, la Universidad de Málaga, el Instituto de la Grasa-CSIC, Centro de Salud San Pablo, el Instituto Universitario de Investigación en Ciencias de la Salud, y el Hospital Universitario de Álava.
La hipertensión arterial es una patología que afecta a un 25 por ciento de la población adulta y es el principal factor de riesgo de los infartos miocárdicos y cerebrales. En esta nueva publicación se ha evaluado el efecto del consumo de gazpacho en 3.995 individuos del estudio PREDIMED, que analiza los efectos de la dieta Mediterránea sobre la prevención de los eventos cardiovasculares en una población de alto riesgo.
Enlace de la notícia: