Un estudio muestra cómo estas sustancias activan un mecanismo molecular similar al que se activa cuando el cuerpo está expuesto al frío y quema grasa para generar calor.
Un estudio del Instituto de Investigación Médica Sanford-Burnham sugiere que el corazón desempeña un papel crucial en la descomposición de la grasa. El trabajo, publicado en el Journal of Clinical Investigation, detalla cómo las hormonas liberadas por el corazón estimulan el metabolismo de las células de grasa. Estas hormonas activan un mecanismo molecular similar al que se activa cuando el cuerpo está expuesto al frío y quema grasa para generar calor.
«Existe la posibilidad de que estas hormonas del corazón -llamadas péptidos natriuréticos cardíacos- sean liberadas para contribuir a la descomposición de las grasas», explica Sheila Collins, profesora en el Centro de Diabetes e Investigación de la Obesidad en la Sanford-Burnham y autora principal del estudio, quien agrega que «los péptidos natriuréticos también podrían conducir a un aumento en el número de células de grasa marrón, que es muy importante en la protección contra la obesidad inducida por dieta».
Las células de grasa marrón, a diferencia de las células de grasa blanca -asociada a la grasa corporal- no sólo almacenan la grasa, sino que también convierten las calorías en energía, un proceso que en la obesidad funciona mal.
En su estudio, realizado con ratones, Collins y su equipo encontraron que los efectos metabólicos causados por los péptidos natriuréticos dependen, en gran medida, de la relación de dos tipos diferentes de receptores en la superficie de las células de grasa; uno de ellos, llamado NPRA, es un receptor de señalización, y su presencia ayuda a aumentar las células de grasa marrón y quemar grasa blanca; y el otro, llamado NPRC, impide que los péptidos natriuréticos activen el NPRA, resultando en una mayor acumulación de células de grasa blanca.
Cuando fueron expuestos al frío, los ratones del estudio mostraron cantidades elevadas de péptidos natriuréticos en su sistema circulatorio y mayores niveles del receptor de NPRA, en relación con el receptor de NPRC, sobre las células de grasa. Como resultado, los ácidos grasos se movilizaron y se activó el mecanismo de quema de grasa marrón.
Comprender qué regula los receptores NPRA y NPRC y, por lo tanto, cómo los péptidos natriuréticos controlan la grasa blanca, podría conducir a nuevas dianas terapéuticas para controlar la obesidad y la enfermedad metabólica. Además, una mayor información acerca de cómo funciona este sistema también podría dar esperanza a los pacientes que sufren de caquexia cardíaca, una dolencia grave que se da en pacientes con insuficiencia cardíaca crónica.
Los altos niveles de péptidos natriuréticos son característicos de la insuficiencia cardíaca, y se utilizan como marcadores de la severidad de la enfermedad.
Esta es una información muy interesante y útil.