La clave de la dieta está en el desayuno.

De entre todas las comidas con alto contenido de carbohidratos recomendadas para el desayuno, un bol de cereales integrales es la recomendación de los investigadores de Feinberg.

En cualquier dieta saludable, los nutricionistas recomiendan una buena elección para el desayuno, al que muchos consideran la comida más importante del día. Además de ayudarnos a arrancar el día con fuerza, la primera comida del día podría ser la gran clave de la vida saludable y tener una gran influencia para prevenir la obesidad, diabetes y enfermedades del corazón.

Según la Escuela de Medicina de la Universidad de Feinberg, estas ventajas se han comprobado en tanto evitar el desayuno puede hacer aumentar entre un 35 y 50 por ciento el llamado síndrome de resistencia a la insulina, es decir, el desorden metabólico en el que el cuerpo no usa la glucosa (el azúcar en la sangre) de manera eficiente. Por lo tanto, un buen desayuno puede ayudar a un proceso de dieta, en el que no solo cuentan las calorías consumidas sino cómo funciona el cuerpo para quemarlas de manera adecuada.

De entre todas las comidas con alto contenido de carbohidratos recomendadas para el desayuno, un bol de cereales integrales es la recomendación de los investigadores de Feinberg, ya que les otorgan más  beneficios que otros cereales u otros tipos de pan. Esta elección en concreto se asoció a una reducción del 15% en el riesgo del síndrome de resistencia a la insulina, además de mejorar los niveles de azúcar en la sangre y los de colesterol, disminuye los riesgos de enfermedades del corazón y de colon, dadas sus buenas reservas de fibra soluble.

No obstante, dos tercios de los europeos se saltan el desayuno, lo que es todavía un viejo hábito, ya que se relaciona con que durante la mañana tenemos más pereza de prepararnos la comida y el hecho de poder dormir más tiempo en lugar de dedicarlo a la cocina, es bastante tentador. Paradójicamente, uno de los motivos que más nos pueden motivar a levantarnos de la cama es el hecho de saber que nos espera un desayuno rico, por lo que es más fácil que sea algo de preparación rápida pero que nos guste mucho.

Pasar por alto el desayuno tiene el riesgo de tener antojos de comidas altas en calorías, ya que se observó que se añadían unas 250 al almuerzo si se ignoraba el primer menú del día. Además, según determinaron en la Universidad de Tel Aviv, incluir en el desayuno una comida dulce, como un trozo de pastel, ayudaba a controlar los antojos de dulce durante el resto del día y arrancar mejor el proceso metabólico del cuerpo.

Además, comer dulce por las mañanas puede también ayudarnos a rechazar un bocado dulce en otro momento del día. Como refuerzo a esta teoría, la revista norteamericana Pediatrics aseguró que el 25% de adolescentes que no desayunaba, tenía una mayor tendencia a engordar que el resto,

Sin embargo, es difícil separar estos resultados de otros factores que los podrían haber motivado. Y es que la mayoría de personas que apuesta por un desayuno potente cada mañana es la que también hace más ejercicio y la que bebe menos alcohol, por lo que estas razones podrían ser las que en realidad motivaran la pérdida de peso. Con todo, lo que sí prueba tomar un buen desayuno, es la conciencia de llevar una alimentación más saludable, por lo que empezar por este paso puede llevarnos a otros que, aunque no sean determinantes para perder peso, sí podrían serlo para cuidarnos más y mejor.

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http://www.noticiascadadia.com/noticia/34256-la-clave-de-la-dieta-esta-en-el-desayuno/

 

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