Ojo con los centros dietéticos: el anuncio no siempre es real

Un estudio en seis ciudades españolas demuestra que en los centros dietéticos no se cumple lo que se promete.

Salimos en busca de asesoramiento dietético, con la idea de bajar unos kilos de más. Como muchas personas en esta situación, nos dejamos llevar por los reclamos publicitarios, del tipo “Primera consulta gratuita”, “Te ayudamos a adelgazar”, “¿Quieres estar saludable perder grasa y sentirte mejor? ¡Infórmate!”. También miramos las páginas amarillas o nos dirigimos a consultas que gozaban de cierto prestigio en 6 ciudades diferentes.

Tras pasar por 38 consultas dietéticas de seis ciudades diferentes, hemos comprobado que, en 3 de cada 10, no se hace un estudio previo en condiciones para conocer la situación del paciente, y se ofrecen dietas desequilibradas. Además en muchos centros, la dieta es un simple gancho para vender productos. Estos fallos quizás expliquen por qué hay tantas personas que no encuentran una solución a sus problemas de peso.

¿Atienden profesionales? Sin confirmar

Pedimos por teléfono cita en varios centros que ofrecían asesoramiento para adelgazar mediante una dieta. Solo en 29 de las 38 dietas obtenidas en esta primera cita aparece identificada la persona que os atendió. Lo que no sabemos con certeza es cuál es realmente su formación. Por lo que nos dijeron o por los carteles que exhibían en sus consultas, sospechamos que había un poco de todo: dietistas o nutricionistas (18), médicos (15, de los que 7 eran endocrinos), farmacéuticos (3) y naturópatas.

En el estudio previos profundizan poco

En esta primera cita, ¿qué tratan de averiguar sobre nosotros en los 38 centros visitados? ¿Se estudia su situación clínica? La experiencia nos dice que no se profundiza lo suficiente:
– En la mitad de los centros no se indaga sobre los hábitos de vida relacionados con la dieta y con la actividad física, ni sobre el estado de salud, el consumo de medicamentos, antecedentes familiares de enfermedades…
– En 9 centros no piden un análisis de orina (solo piden uno de sangre) y 12 no mandan ninguno de los dos. Estas pruebas ayudan a valorar el estado de salud del paciente.
– En 16centros no indican cuál es el peso saludable que deberíamos alcanzar.

Lo que mejor han hecho en estos 38 centros es pesar a los encuestadores (solo en un caso se lo han saltado), tomarles varias medidas corporales, como el perímetro abdominal o el grosor de los pliegues cutáneos (en 24 centros) y fijar en ellos una segunda cita para hacer un seguimiento del tratamiento de 7 a 15 días después (en 32 centros).

Dan dietas mejorables y hablan poco del ejercicio

De las dietas que nos han entregado por escrito en todos los centros, nos ha gustado que en la mayoría (36 de los 38) recomiendan hacer 5 comidas al día y que, también con frecuencia, ofrezcan pautas para adoptar un estilo de vida más saludable (beber agua, masticar despacio, comer en un lugar tranquilo, etc.), o consejos culinarios. Por ejemplo, en 29 centros nos han explicado cómo preparar los platos (asados, a la plancha…) o cuánto aceite se debe utilizar.

También se acuerdan de mencionar la importancia de acompañar la dieta con un aumento de actividad física en 6 de cada 10 centros. Sin embargo, esto último, no ha ocurrido en la mitad de los herbolarios y tiendas de dietética, y en 3 de cada 5 centros de adelgazamiento visitados. El problema es que en general hemos detectado varios errores:
– 29 dietas parecen sacadas de un cajón y entregadas tal cual, sin hacer ninguna adaptación.
– 13 dietas, además, no ofrecen propuestas sobre cómo variar los menús propuestos, para adecuarlos a los gustos personales: disponibilidad estacional de ciertos alimentos.
– En 24 dietas faltan alimentos o no se proponen sustitutos de comida.
– En 22 dietas no pone la cantidad que ha que tomar de cada alimento ni cómo medir esa cantidad.

Luego hay consejos en las dietas que son erróneos o no han demostrado su eficacia. Por un lado están las listas de alimentos prohibidos (no hay alimentos malos, simplemente no hay que abusar de algunos, como las grasas o los dulces). Por otro lado, las indicaciones de no juntar en la misma comida alimentos ricos en proteínas y en hidratos de carbono (o sea, nada de pescado o pollo con patatas, o con arroz, por ejemplo).

Para leer el artículo entero:

http://www.hola.com/actualidad/20080827643/atencion/centros/dieteticos/1/

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