Menos grasas saturadas y sal en carnes y embutidos.

La disminución de la cantidad de sal y de grasas saturadas es muy importante para conseguir reducir las enfermedades, comenta la presidenta de la AESAN. 

Menos sal y menos grasas saturadas. El acuerdo firmado por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) y la patronal de productos cárnicos pretende reducir el contenido de estos productos en las carnes y embutidos que se comen en España.

El convenio lo han firmado la secretaria general de Sanidad y presidenta de AESAN, Pilar Farjas, el presidente de la Confederación Española de Detallistas de la Carne (CEDECARNE), Joan Estapé i Mir; y el presidente de la Asociación de Fabricantes y Comercializadores de Aditivos y Complementos Alimentarios (AFCA), Andrés Gavilán Bravo.

El acuerdo se enmarca en las recomendaciones de reducción de ciertos nutrientes perjudiciales impulsadas desde la Unión Europea (UE) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), y que establece unos objetivos de reducción del 10% del contenido medio de sal y del 5% del contenido medio de grasas en los productos de charcutería y carnicería, a partir de los niveles actuales y en un plazo de dos años.

«La disminución de la cantidad de sal y de grasas saturadas es muy importante para conseguir reducir las enfermedades asociadas a este consumo como son, por ejemplo, la diabetes o las patologías cardiovasculares«, ha comentado Farjas, tras destacar que el acuerdo firmado aporta «valor, calidad y salud» a los productos y, por consiguiente, a los ciudadanos.

Se trata, por tanto, de un modelo de «buena práctica» que supone una alianza público-privada entre las tres asociaciones y que, en definitiva, redundará en ofrecer a los consumidores una oferta más variada de estos productos artesanales. Así, el ciudadano podrá adquirir salchichas, butifarra, chistorras, morcillas o hamburguesas con menos sal y menos grasa en las carnicerías y charcuterías y, según han asegurado desde CEDECARNE, con los «mismos rasgos» del producto tradicional, la seguridad necesaria y la calidad organoléptica.

«Este es un instrumento más de colaboración para aportar calidad, seguridad y salud a los alimentos que ofrecemos a los ciudadanos», ha insistido Farjas. Dicho esto, ha recordado los altos niveles de obesidad que hay en España y ha asegurado que iniciativas como ésta redundarán en mejorar y paliar este hecho.

Asimismo, el documento, que está incluido en la ‘Estrategia NAOS’ de AESAN, refleja otras medidas complementarias como es el compromiso de formación por parte de los profesionales asociados a CEDECARNE y AFCA sobre los beneficios de utilizar menos sal y grasas en sus productos, y el impuso de campañas de información o sensibilización a los consumidores y clientes sobre los objetivos de reducción y las ventajas que de ello se obtienen.

Por tanto, supone también una contribución de ayuda a la investigación e innovación a través de la búsqueda de alternativas de alimentos con perfiles nutricionales más saludables y cumplirá, con garantías sanitarias y organolépticas, la demanda de los consumidores ya que se realiza una oferta alternativa, diferente y saludable de productos de elaboración tradicional.

En el año 2005 el Ministerio de Sanidad puso ya en marcha un convenio firmado con la Confederación Española de Organizaciones de Panaderías (CEOPAN) y la Asociación Española de Masas Congeladas (ASEMAC) para reducir desde 22 gramos de sal por kilogramo de harina a 10 gramos por kilo. No obstante, se ha logrado reducir hasta 16,3 gramos de sal por kilo, lo que supone un 26,4 por ciento menos de sal.

Enlace de la noticia:

http://www.elmundo.es/elmundosalud/2012/07/19/nutricion/1342714402.html

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