Menores manchegos al borde de la obesidad.

Un estudio de la Universidad de Castilla – La Mancha concluye que uno de cada tres escolares presenta kilos de más en esta comunidad autónoma.

El ritmo de vida de la sociedad actual ha hecho que los hábitos alimenticios hayan cambiado. Atrás quedaron en muchos casos los menús elaborados, las comidas de más de media hora, las piezas de fruta como postre… Ahora parece ser que es el turno de las comidas rápidas, la bollería y los productos precocinado.

La sociedad dedica una pequeña porción de su tiempo al acto de la comida y ese espacio es menor cuando se trata de cocinar. Todo ésto ha provocado que la salud de la población se haya deteriorado con el tiempo, siendo los más afectados los niños.

La Universidad de Castilla- La Mancha (UCLM) ha realizado una exhaustiva investigación con una muestra de 2.300 alumnos de Primaría y Secundaría en el conjunto de la comunidad autónoma, según la cual, existe un preocupante aumento del sobrepeso infanto-juvenil.

Conclusiones

La principal conclusión a la que han llegado estos investigadores es que tres de cada diez niños de la región pesan más de lo que sería saludable y casi un 9% sufren obesidad. Según estos expertos, «se trata de unos porcentajes muy altos que evidencian el empeoramiento del estado de salud en edad escolar».

Otra de las conclusiones que se pueden extraer de este estudio, realizado entre niños con edades comprendidas entre los 6 y los 17 años, es que existe una prevalencia de los problemas de sobrepeso en los hombres, alcanzando el 34,14% frente al 31% de las mujeres.

Por edades, los jóvenes con edades comprendidas entre los seis y los once años son aquellos a los que más afecta el exceso de peso. Según la opinión de los investigadores, «los niños que presentan obesidad a los nueve años tienen un riesgo superior al 80% de ser obesos a los 35 años».

Los autores del informe promovido por la Universidad castellano-manchega confirman además que en lo que se respecta a la condición física de los escolares, se ha producido un empeoramiento generalizado en todas las capacidades físicas estudiadas.

Estas conclusiones son el resultado de analizar la denominada Batería Eurofit, una prueba estandarizada que establece el estado físico de un individuo tras someterle a distintas pruebas de equilibrio, velocidad, resistencia o fuerza.

Pero no solo en la Universidad de Castilla- La Mancha han llegado en los últimos meses a estas conclusiones, sino que en abril de este mismo año, la Sociedad Española de Endocrinología Pediátrica (Seep) realizó un estudió con resultados muy similares, aunque con alguna salvedad; y es que según la Seep, «gran parte de la culpa se puede atribuir a los propios pediatras que no saben transmitir a los padres unas ciertas pautas dentro de las libertades alimenticias que otorgan a los niños en la etapa de crecimiento».

Y es que los efectos de una mala nutrición aunque no conlleve un exceso de peso pueden acarrear enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial y diabetes.

Y es que los padres tienen en su mano corregir hábitos alimenticios incorrectos. Y es cierto que son cada vez más los que se preocupan de elaborar una alimentación sana y equilibrada para sus hijos en estos momentos en los que la bollería industrial pugna por ganarle terreno a las frutas u otros alimentos menos grasos.

Entre las opiniones de los progenitores destaca la de que este descuido de la alimentación se debe especialmente al ajetreo del día a día, sobre todo a la hora de preparar almuerzos y meriendas.

Juani Alfaro, madre de dos pequeños, opina que «la reducción del ejercicio físico que realizan los niños aumenta entre otras cosas, por el aumento de juguetes electrónicos como pueden ser las consolas». Por ello, ella intenta en todo momento que sus hijos lleven una alimentación sana y variada y realicen diversas actividades deportivas.

Muchos padres, como es el caso de Dolores Fernández, apuesta porque sus hijos sigan una rica dieta mediterránea, «ya que considero que la salud también hay que cuidarla con la alimentación».

El sector textil, también, se ha visto afectado por este cambio. Andrea, dependienta de una tienda de ropa infantil del centro de la ciudad, asegura que « el tallaje ha aumentado, sobre todo de cara a la ropa de la época estival».

Panorama complicado

Aunque el panorama es bastante oscuro, los expertos consideran que estos malos datos podrían corregirse aplicando medidas de prevención, fundamentalmente incrementando la actividad física entre los escolares y mejorando los hábitos alimenticios.

Una de las medidas fáciles de llevar a cabo de forma eficaz pasa por darle al desayuno la importancia que realmente se merece. Según algunos estudios realizados por el Ministerio de Sanidad, el 8% de los niños acuden al colegio sin haber desayunado. El 19,3% de la población infantil entre 6 y 12 años solo desayuna un escaso vaso de leche; el 56% ingieren leche y algún tipo de hidratos de carbono, siendo solo el 7,5% los niños que toman un desayuno equilibrado con leche, fruta e hidratos de carbono.

Este simple gesto de realizar un desayuno completo, junto a la realización de actividad física pueden ayudar a que la juventud manchega tenga una salud excelente y de esta manera conseguir que la obesidad no se instale en los escolares de la región castellano-manchega.

Enlace de la notícia:

http://www.laverdad.es/albacete/v/20110727/cultura/menores-manchegos-borde-obesidad-20110727.html

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