Los espárragos silvestres, o popularmente conocidos como los espárragos verdes, son un tipo de vegetal que podemos encontrar durante todo el año en los supermercados, pero su cultivo en nuestro país empieza ahora.

Es un tipo de vegetal que crece en la cuenca mediterránea, sobretodo en España, Italia y el sur de Francia y es muy tradicional ver a personas por las montañas buscando espárragos para un consumo propio.

El Aspargus acutidoflius, cómo se conoce científicamente al espárrago, se ha consumido desde hace milenios, ya que se conoce que los antiguos egipcios lo utilizaban como alimento y también, por sus beneficios medicinales.

Este alimento peculiar, tiene un forma alargada y de diferentes longitudes y diámetros. La zona más sabrosa del vegetal suele ser la zona más extrema ya que suele ser más blanda y su sabor es más dulce.

Su aporte calórico tan solo es de 19 kcal por cada 100 g. consumidos, por lo que es un alimento hipocalórico. El 92% de su composición se basa en agua, y el nutriente presente en mayor cantidad es la proteína (como no de origen vegetal), que aporta 2,70 g. por cada 100 g. de espárragos.

Sobre sus  características nutricionales podemos  destacar su elevado contenido en vitamina B9. Una vitamina hidrosoluble, presente en muchos vegetales que interviene en la formación de proteínas estructurales y   hemoglobina.

Además, un papel muy importante de esta vitamina es que un consumo óptimo del folato en las mujeres embarazadas,  previene  la espina bífida en recién nacidos. También se ha observado que si la embarazada no consume una cantidad adecuada de B9 durante el  embarazo, puede provocar en el feto, una anemia de esta vitamina y que una vez nacido tenga anemia megaloblastica.

Y además, contiene 200 mg de potasio, un mineral muy interesante que nos puede ayudar a prevenir calambres.  Debido a su elevado contenido en potasio y su baja cantidad en sodio nos indica que es un alimento diurético. Por ese motivo, cuando consumimos espárragos vamos con mayor frecuencia al baño.  Por lo que es beneficioso para nuestros riñones e hígado.

Los platos que podemos preparar con  espárragos son muchísimos, podemos preparar un plato de arroz con espárragos, sopa de espárragos,  una tortilla de espárragos, o bien, preparar una rica guarnición de espárragos cocinados a la plancha o con un poco de aceite y sal envueltos con papel de cocina e introducidos al horno durante unos minutos.