El peligro de las dietas de moda.

Un buen plan alimenticio debe contener alimentos de todos los grupos y no pretender bajar muchos kilos en pocos días.

El mes de enero avanza con la mente puesta en el propósito más común al arranque de año: bajar de peso. Hay promociones a la vista y un sinfín de consejos en Internet, en revistas o pasando de boca en boca, pero… realmente sabe ¿cuál es la mejor dieta? ¿La más cara, la más extraña, la más fácil o la más difícil?

Por lo general, se recurre a la que está de moda y de tanto en tanto aparece una “novedosa” que ofrece buenos resultados en corto tiempo; sin embargo, la gran mayoría de estas dietas milagrosas representan un peligro para la salud, advirtió el maestro Luis Aarón Quiroga Morales, vicepresidente del Colegio Mexicano de Nutriólogos, capítulo Jalisco.

Las dietas peligrosas van a ser aquellas que ofrecen resultados inmediatos y prometen bajar una gran cantidad de kilos pronto, aquellas que van a sacrificar algún tipo de nutriente, aquellas que restringen severamente la alimentación y aquella dieta que no es acorde con las características del paciente”, enumeró.

Una persona puede sentirse tentada a bajar más de un kilo de peso en promedio por semana. Esto —asegura— pone en riesgo a la salud. “Muchas de las dietas que están de moda no tienen ningún sustento científico. Estas dietas son básicamente privativas y cuando al organismo no le das lo que necesita busca la manera de compensarlo”, dijo Quiroga.

El también catedrático en la licenciatura de Nutrición y Ciencias de los Alimentos del Instituto de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) señaló que “el mejor plan alimenticio para adelgazar debe ser individualizado”. Esto significa ignorar la dieta de moda, la que hizo el vecino, la tía o la amiga y seguir una que se ajuste a las necesidades específicas de la persona.

Por ello, la primera recomendación cuando se decide hacer una dieta es acudir con un especialista, sin importar que usted se considere 100 por ciento sano. Además de una evaluación —siempre será más barato prevenir—, recibirá un plan alimenticio individualizado.

Un buen plan alimenticio debe contener alimentos de todos los grupos y no pretender bajar muchos kilos en pocos días.

Además, se debe acompañar de actividad física regular y de cuidar otros aspectos: dormir bien (una gran mayoría de las personas tiene déficit de sueño), evitar en lo posible el consumo de tabaco y otras drogas, limitar el consumo de alcohol y beber suficientes líquidos, sobre todo agua natural.

En contraste, las dietas privativas pueden lograr su objetivo de perder peso rápidamente pero sufrirá repercusiones —muchas producto de la deshidratación— que van desde dolor de cabeza, mal humor, resequedad, manchas en la piel y flacidez hasta descompensaciones cardiacas o metabólicas; o el temido efecto rebote, es decir, recuperar el peso perdido, y algo más, al dejar la dieta.

La forma de evitar el rebote —recomendó— es consumir todos los nutrientes. Incluso las grasas, pero hay que vigilar de qué tipo y en qué cantidad, evitando las grasas saturadas. En el caso de los hidratos de carbono, preferir los carbohidratos complejos que aportan energía durante mayor tiempo.

“Los mejores efectos se tienen al perder peso poco a poco, hay que preguntarse cuánto tiempo llevó ganar kilos para ponerse en sintonía y no buscar perderlos de la noche a la mañana. Entender que es un proceso que requiere disciplina y constancia”, apuntó Luis Aarón Quiroga.

Lo recomendable es perder entre 450 y 500 gramos a la semana, en promedio un kilo cada 15 días, pero “más que enfocarnos en kilos debemos ver porcentajes de composición corporal”.

Explicó que el peso está conformado por grasa, masa muscular, masa ósea, agua y masa residual. Conforme avanza la edad va cambiando esta composición. En los niños hay mayor cantidad de agua que de grasa, con los años es a la inversa. Por eso, con la edad se registra acumulación de grasa y se tiende a engordar. Hormonal y fisiológicamente también hay cambios y por eso tampoco se debe llevar la misma dieta a los 25 años que a los 50 ó 60.

Y particularmente —ojo mamás— no poner bajo régimen alimenticio a niños y adolescentes, sin prescripción de un especialista.

Quiroga concluye que al final, la mejor dieta no es la que cambia el aspecto físico temporalmente, sino la que además de verse bien, induce a la persona a sentirse bien y a adoptar un estilo de vida sano.

Enlace de la notícia: http://www.milenio.com/region/Dietas-moda-peligro-salud_0_229177140.html

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