Cargada de frutas y hortalizas, son muchos los nutricionistas que la recomiendan por su variedad y muchos los beneficios que los productos del mediterráneo aportan para nuestra salud. Ahora hay nuevos motivos para seguir recomendandola.
El estudio ha sido realizado por científicos españoles -dirigidos por el Instituto de Salud Carlos III- que pretendían evaluar la eficacia de la dieta mediterránea en la prevención de este tipo de enfermedades. Para llevarlo a cabo compararon una dieta baja en grasas con la llamada dieta mediterránea, acompañada de aceite de oliva virgen extra y frutos secos.
A lo largo de 10 años, 19 grupos científicos de Andalucía, Baleares, Canarias, Cataluña, Navarra, País Vasco y Valencia recogieron los datos de 7.447 personas -entre los 55 y los 80 años- con alto riesgo cardiovascular y cuyas evoluciones clínicas eran seguidas durante ese periodo de tiempo.
Entre los resultados que arrojó la investigación, se descubrió que la dieta mediterránea reduce hasta en un 30% las posibilidades de padecer infarto de miocardio, ictus o muerte cardiovascular. Esto es así incluso cuando la contraponemos con dietas más reducidas en grasas.
La dieta mediterránea es aquella que además de frutas y hortalizas tiene unos altos índices de pascados y mariscos. El consumo de carne roja disminuye en contraposición a las carnes blancas, como el ave, que también se consume de forma moderada. Y característico también es el consumo de una copa de vino durante las comidas. Sus beneficios vienen derivados de ser una dieta rica en antioxidantes y otras sustancias beneficiosas.
Enlace de la notícia:
