Pajín presenta esta semana el estudio sobre obesidad infantil y alimentación.
El estudio, llamado ALADINO, es el más amplio de los realizados hasta la fecha en España -el último es de hace once años-, con cerca de 8.000 cuestionarios realizados entre alumnas y alumnos con edades comprendidas entre los seis y los nueve años.
Las preguntas planteadas tienen el respaldo de la Organización Mundial de la Salud, si bien han sido adaptadas a las circunstancias españolas, según han explicado fuentes ministeriales.
Pajín ha anunciado esta iniciativa, cuyos resultados y propuestas serán presentadas el próximo 29 de junio, minutos antes de asistir a la Universidad de Alicante al acto de inauguración del IV Congreso Iberoamericano de Universidades para Mayores, en el que participan cerca de 350 personas, procedentes de quince países latinoamericanos y de ocho europeos.
«Nuestro país asiste a una preocupante crecimiento de la obesidad infantil y los poderes públicos tienen el deber de sensibilizar a la ciudadanía«, ha expuesto la ministra.
En este sentido, ha recordado que el Ministerio de Sanidad lleva varios años actuando «de forma clara» ante esta situación.
Pajín ha recordado que, a propuesta del Gobierno, el Congreso dio luz verde este mes a la Ley de Seguridad Alimentaria y Nutrición, que prohíbe la venta de alimentos y bebidas con alto contenido en ácidos grasos saturados, sal y azúcares.
No obstante, los niveles permitidos de estas sustancias en la bollería, las chucherías o los refrescos que se suministren en las escuelas infantiles tendrá que fijarlos ahora el Gobierno mediante un desarrollo reglamentario de la ley.
En la lucha contra la obesidad, la normativa exige menús infantiles que respondan a un correcto equilibrio nutricional y vela también por impulsar la actividad física.
«Hacen falta pautas saludables en la población infantil«, ha añadido Pajín.
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